¿Por qué es tan importante mantener los artículos marítimos?

Mar y Sol

¿Qué puede ser más romántico que navegar en mar abierto sintiendo la conexión intemporal que compartimos con la majestuosidad de la naturaleza? Ser uno con las olas, el viento y el cielo. Tomando un paseo en ese indomable poder primigenio, entrando mágicamente en el reino de la eternidad para alejarse de las ansiedades y preocupaciones del día a día, sentidos llenos de la bella potencia de cada momento. Su barco domina las olas, en perfecta sintonía con el agua. Su forma dobla el impresionante poder del viento y de las olas, aprovechándolo a su antojo.

Rugoso y Duro

Los barcos fueron tallados primero con hachas ásperas, simplemente con troncos quemados o simplemente con colecciones de cosas que flotan atadas con hilo. Si un barco duró la tormenta fue copiado, si se hundió no lo fue. Su forma fue perfeccionada a lo largo de generaciones por el gran diseñador, en el que el mar mismo se convirtió a petición nuestra, tragándose sus fracasos y llevando sus éxitos hasta la cresta de una ola. Poco a poco, a través de innumerables iteraciones, pruebas y tragedias, los barcos más o menos labrados de la antigüedad se han convertido en veleros finamente construidos, cuya belleza y destreza podríamos dar por sentada. Su forma y función son tan naturales y aparentemente sin esfuerzo como la de la vida marina que sigue su forma a través de los océanos. Desde troncos nativos a tablones partidos, pasando por carpintería fina, titanio y fibra de carbono. El avance de la mano de la función y la elegancia es la danza gloriosa a la que nos lleva el mar. Intentamos -logramos o fracasamos- aprender siempre, mejorar siempre, convertirnos en uno con los caminos del agua.

Preservar y Proteger

Aprender a mantenerse a flote es solo la mitad de la historia. El agua se forma a medida que fluye. El hierro, el vidrio y la madera que se encuentran en la playa adoptan las formas fluidas del agua, volviéndose cada vez más finos con cada marea, fusionándose con la arena. En la playa, las espumas de sal. La vida verde florece resbaladiza como la madre océano. En las escalas más pequeñas, durante meses, eones, esta es la fuerza más poderosa del mar. Con el tiempo, nada puede resistir su poder transformador. Nuevamente aprendemos cómo trabajar con la naturaleza, los materiales y las técnicas que preservan y protegen, manteniendo el agua afuera. El avance es la progresión natural a medida que continuamos refinando nuestro conocimiento y trabajando a escalas cada vez más pequeñas. Y ahora podemos utilizar la tecnología a nivel molecular, dándonos un verdadero dominio de los elementos.

Los nano-recubrimientos hidrófobos a base de agua simplemente se rocían sobre madera, cromo, vidrio, telas finas, protegen y sellan contra la entrada de agua, luz ultravioleta, manchas de sal, anti-fouling, algas y mohos. Mantener su barco tan hermoso y fresco como el mar que lo rodea significa estar cada vez más cerca de esa perfección intemporal, esa unidad con la creación misma. Ya no sacrificamos la comodidad o la calidad por la utilidad y la resistencia, guiados por la ley natural y las propiedades de los materiales en las escalas más finas, ahora podemos hacer que la gota más pequeña fluya hacia nuestro diseño al igual que las olas que fluyen alrededor del casco.

Por encima y por debajo de nuestros acabados superficiales, recogiendo y llevando consigo las manchas de sal y polvo a medida que se convierten en bolas y se deslizan a través de los recubrimientos nano protectores para barcos.  Ya no es necesario elegir sólo las fibras más resistentes y los acabados superficiales, hemos avanzado, nos hemos acercado a la verdadera esencia de los mares, nuestra comprensión más profunda nos acerca cada vez más a la perfección de la naturaleza.